
He dorado la panceta con una gota de aceite de oliva. Después le he puesto un majado de ajo, perejil, aceite, vinagre, vino blanco, sal y pimienta y he cocinado la carne con una hoja de laurel. Al final le he añadido unas patatas fritas en dados.
Cine, música, letras y gastronomía
1 comentario:
Eso tié que estar de muerte...
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