Si te digo que en este libro se conjuga la novela detectivesca con la Segunda Guerra Mundial; que por ella desfilan personajes como Hitler, Himmler, Einstein, Schrödinger o Heisenberg, con su papel no solo en la historia sino en la novela; que combina la leyenda del Santo Grial con el proyecto Valquiria, el atentado con el que algunos dirigentes nazis intentaron acabar con Hitler; que se desgranan los más importantes avances en la física del siglo XX, como la teoría de la relatividad, el principio de incertidumbre o la física cuántica, además de detallar el proceso de creación de la bomba atómica; que hay amor, sexo y humanidad... me dirás que o estamos ante una obra maestra o ante un fiasco superlativo de un presuntuoso. Pues ni una cosa ni otra, y desde luego, rotundamente no a lo segundo. El libro contiene aciertos, como el magisterio en explicar esas teorías científicas inasequibles de cualquier otro modo para los profanos, o la fuerza del comienzo y el vigor y el ritmo con que relata el atentado frustrado contra el Führer. Por otro lado, esos personajes históricos parecen un poco postizos, y aunque por una parte le confieren a la trama más poder, por otra le quita algo de credibilidad; esas teorías tan bien explicadas pierden sentido cuando Volpi las intenta aplicar a los avatares de los personajes; y quizás el final podría haber sido un poco más consistente.
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