martes, 5 de enero de 2010
EL RETRATO DE DORIAN GRAY (1945)
Adaptación de la magnífica novela de terror gótico de Oscar Wilde, con todo el sabor y el encanto del cine clásico. No era difícil hacer una buena película de este libro, el tema que toca es muy atractivo (el mito de Fausto, el dolor del paso del tiempo, lo efímero de la belleza, el carpe diem...) y puede dar lugar (y da) a imágenes poderosas. Lo que no era tan fácil era captar el espíritu corrosivo de la novela y de su autor, presente también en el película, aunque de forma testimonial. El director, Albert Lewin, logra transmitir, sobre todo al principio de la película, las ideas de Wilde a través del personaje de Lord Henry Wotton (George Sanders), alter ego del escritor irlandés en novela y película. Ideas contra la sociedad y contra el orden establecido, hedonistas y sagaces por igual. Lo que ahora sería lo más atractivo de la película (seguro que en la nueva versión de Oliver Parker lo es), la bajada a los infiernos de Dorian Gray, es casi pasada por alto en esta película, lo que hace que el film baje un poco en la segunda parte. La película está rodada en blanco y negro, pero para darles más fuerza, las escenas en las que aparece el famoso retrato, son en color.
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