Alamut es una fortaleza desde donde Ibn Hassan, líder del ismaelismo, quiere perpetuar su reino. Lo hace a través de una secta de guerreros fedayin, los hashashins (nombre que viene de hashis y que daría lugar a la palabra "asesino"). El líder manipula a sus súbditos a su antojo, con el Corán en una mano y drogas en la otra, y les promete el paraíso si mueren por la causa. Esto los hace invencibles.
Además de una notable novela histórica, muy amena y didáctica, pues sabe explicar a la perfección todo el contexto de lo que está ocurriendo, se puede leer como una denuncia a los regímenes totalitarios que estaban despuntando en la fecha de su publicación, a finales de la década de los 30. Quizás se hace un poco repetitiva a la mitad, cuando describe el paraíso y la experiencia de los guerreros en él, entra en un bucle del cual parece no poder salir, pero la novela concluye de forma excelente.
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