Juan y Marcos son dos pequeños estafadores que se encuentran por casualidad que unen su talento durante un par de días para aprovechar una oportunidad y dar el golpe de sus vidas. Desde el primer momento, sabemos que uno está engañando el otro, o que los dos se están engañando continuamente, pero no sabemos hasta justo el final quién era el que tenía trazado todo el plan. Aquí todos hacen trampas, hasta el director, que nos despista metiendo escenas en uno u otro sentido para ocultar el desenlace hasta el final. La película está sustentada en un tremendo guión, con continuos giros que te mantienen pegado a la butaca y unas conversaciones precisas en su dramatismo o su comicidad, y unas interpretaciones estupendas.
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