miércoles, 8 de diciembre de 2010

CONSPIRACIÓN DE SILENCIO (1955)


Estupenda película de John Sturges, que en su corto metraje (no llega a la hora y cuarto de duración) nos cuenta una historia sobre racismo y también sobre las secuelas de una guerra, más allá de la destrucción en los frentes de batalla. La película es vertiginosa, desde el mismo principio, con un tren a toda velocidad y una música frenética, que nos avisa de los que nos vamos a encontrar. Ese tren para en Black Rock, un pueblo que se rige todavía por los códigos de viejo oeste, al que no llegaba nadie nuevo en cuatro años. Desde que un espectacular Spencer Tracy pone un pie en el pueblo, vemos que hay algo oculto en sus habitantes. Con una agilidad prodigiosa, una economía de recursos que roza lo artesanal, un ambiente opresivo donde el odio y la violencia están a flor de piel de unos personajes magníficamente interpretados (¡vaya reparto!: Spencer Tracy, Robert Ryan, Lee Marvin, Ernest Borgnine, Walter Brennan), el McCarthismo al fondo y un clímax estupendo, estamos ante una auténtica obra maestra.

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