Película escrita y dirigida por M. Night Shyamalan, el creador de "El sexto sentido" y "El protegido". Este director siempre se ha caracterizado por hacer un cine de suspense y casi terror de forma elegante, con mucha imaginación detrás de la cámara, sabiendo dosificar la información de forma ejemplar para sorprendernos con un final totalmente inesperado (sobre todo en las dos películas antes mencionadas). Además, sus protagonistas eran personas angustiadas cuya personalidad quedaba perfectamente reflejada en la pantalla. En esta película existe el suspense, partiendo de una premisa muy interesante, lejos de las películas de zombies y vampiros en las que los infectados siempre buscan al prójimo para aniquilarlo, aquí es el mismo infectado el que se aniquila a sí mismo. El terror también aparece en el tramo final de la película, quizá sin mucho que ver con el resto. Pero quizás el film adolece de esa congruencia de sus primeras obras, pues el suspense sólo tiene sentido si al final todo esa información lleva hacia algo, es el deseo de conocer ese final el que nos deja sentado en la butaca, y este final es sólo una conjetura esbozada en la película, pero igual podría ser cualquier teoría que nosotros como espectadores hayamos formulado en nuestra cabeza. Los personajes tampoco son tan profundos aquí, y las actuaciones, sobre todo de la protagonista, no son nada del otro mundo. Pero la película, al fin y al cabo, entretiene y no aburre en absoluto.
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