Henri Charriére fue un francés que se pasó la vida escapando de todas las prisiones francesas (y de sus colonias) posibles. El sobrenombre de Papillon ("mariposa" en francés) le viene por un tatuaje que tenía en el pecho. Todas sus correrías fueron descritas por él mismo en un libro del mismo nombre, que se convirtió en un gran éxito de ventas y que dio lugar a esta película. Según varios críticos y algún compañero suyo de prisión, la mitad de lo que cuenta Papillon son historias que había oído en la cárcel, pero él siempre defendió la veracidad de todo lo que contaba, y tampoco era fácil encontrar supervivientes que corroboraran o desmintiesen lo contado.
La peli está dirigida por Franklin J. Shaffner, que ya había rodado, por ejemplo, "Patton" o "El planeta de los simios". Shaffner intenta resumir en dos horas y media todas las peripecias del prófugo, que son muchas y variadas, por lo que a veces, y sobre todo a partir de la hora y media, el film parece deslabazado e inconexo. Antes de que le entren las prisas, el director logra un estupendo drama carcelario, duro pero no desagradable, con unos margníficos Steve McQueen y Dustin Hoffman; y un canto a la libertad y a la amistad hermoso y sin sensiblerías. Para mí, a la película le sobra una media hora, pero aun así, la recomiendo.
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