domingo, 7 de noviembre de 2010
POLEÁS
¡Qué recuerdos! Este postre me lo hacía mi abuela hace mucho años y desde entonces no había probado unas caseras. Hoy me decidí a hacerlas, y la verdad es que se acercan mucho a las de mi infancia.
He puesto en aceite de oliva unos granos de matalahuga, una especia con sabor a anís y una cáscara de limón. Ha estado calentando sin hervir unos minutos y luego he colado el aceite para retirar la mayor parte de los granos. He vuelto a poner el aceite en la sartén con la cáscara de limón y una ramita de canela. He puesto cinco cucharadas de azúcar y cuatro de harina y he rehogado ligeramente. He ido añadiendo leche (también se pueden hacer con agua) poco a poco hasta que ha quedado una crema fina, y ha cocinado unos minutos para cocer la harina. Ya sólo queda emplatar, completar con unos picatostes (que se pueden freír en el aceite al principio) y canela en polvo.
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