domingo, 6 de septiembre de 2009

EL MAESTRO DE ESGRIMA (1992)


Adapatación al cine de la obra de Pérez Reverte, más que aceptable. Dirigida por Pedro Olea, la ambientación está muy cuidada, el vestuario y los decorados nos llevan a un siglo XIX convincente. Es imposible trasladar toda una obra literaria tal cual a la pantalla, el cine se tiene de valer de estrategias para hacer patentes algunos detalles que en el libro quedan más ocultos o simplemente no aparecen porque no hacen falta para completar la trama. La premura de la hora y media de metraje impiden que la relación entre el maestro y la pupila, la parte esencial del libro en la que comprendemos el sentido de la vida y el honor del primero y que en realidad es lo que desencadena todo el enlace final. La película es un thiller de principio a fin, y eso le resta riqueza, aunque a mí no me ha defraudado. La escena de esgrima final, por ejemplo, me gustó bastante.

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