Dirigida por Michael Mann, la película está basada en la vida de John Dillinger, un asaltador de bancos estadounidense de los años 20; y de paso, también cuanta la creación de lo que sería el F.B.I. por parte de J. Edgar Hoover. La película comienza con una excelente escena en la que Dillinger rescata a su banda de una cárcel, y quizá eso sea lo mejor. La verdad es que se echan de menos más escenas de acción (las que hay son muy buenas, el director mete la cámara en el centro mismo de la acción hasta casi tropezarla con la cara de los actores), y sobre todo un final más redondo (aunque si el criminal murió así...) Rodada para ser un clásico, la ambientación y el reparto son muy buenos, pero quizá se hace un poco larga.
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